Dime qué problema tienen tus uñas y te diré cómo solucionarlo
Unas uñas bien cuidadas y bonitas, además de ser bonitas, son sinónimo de salud. Aunque hacerte regularmente la manicura, en casa o en un centro estético, contribuya en gran medida a mejorar su apariencia, la base de unas uñas fuertes y sanas está, en gran parte, en una correcta alimentación.
Existen nutrientes que ayudan a fortalecer algunas partes de nuestro organismo, en concreto si hablamos de queratina -componente que forma tanto el pelo como las uñas-, por lo que una dieta que incluya vitaminas A y B es el mejor pilar para que las uñas crezcan adecuadamente. Además de la alimentación también hay prácticas abusivas que estropean nuestras uñas, desde el abuso de los esmaltes hasta un exceso de higiene.
Las uñas blandas, la descamación o las estrías son más habituales de lo que creemos y, a menudo, están causadas por malos hábitos, aunque el componente genético también tiene un gran peso, así como la edad. Además, gracias a la forma, color o estado de las uñas se puede percibir algunos problemas de salud más allá de la falta de calcio. A veces no sabemos identificar lo qué nos pasa por lo que aplicamos remedios que empeoran la situación. El tipo de rotura nos da mucha información sobre qué le pasa a la uña y cómo tratarla. Si andas un poco perdida y buscas soluciones, aquí te traemos la guía perfecta. Dime cómo se rompen tus uñas y te diré cómo solucionarlo.
Tengo las uñas demasiado blandas y quebradizas
Las uñas demasiado blandas, más allá de quebrarse, pueden indicar problemas de salud o patologías y en casos graves puede desencadenarse por una alteración hematológica o por una subanemia. PERO NO PREOCUPARSE. La causa más habitual suele ser el abuso de manicuras muy agresivas, con acetona e instrumental que alteren la correcta formación de la lámina ungueal.
Además, si sigues una alimentación que no incluya proteínas o que sea pobre en vitaminas A y B, que contribuyen a la producción de la queratina de la que está hecha la uña, también desencadena unas uñas frágiles.
Para prevenir la rotura, hay que fortalecer la uña y nutirla para que la nueva uña que va creciendo lo haga bien sana. Lo suyo es aplicar un endurecedor que aporte las vitaminas a la uña, ayudando reparar la uña para que crezca más fuerte. El Tratamiento Nail Hardener de Lola Barcelona está formulado con un complejo de ingredientes conocidos por sus propiedades endurecedoras como Arginina, Aceite del árbol del té y Vitamina E, y enriquecido con polvo de diamante conocido por su acción reparadora. Si quieres un tratamiento con color, te proponemos el Nail Hardener Naked, que forlalece un poco más que el anterior y deja un color nude en la uña increíble.
Si tienes la uña muy blandita te recomendamos que hagas un descanso, mínimo de 1 semana. El Nail Hardener debe aplicarse sobre la uña sin esmalte, dejarlo 4 días retocándolo un poco día a día. Al cuarto día, retirar el producto y dejar las uñas respirar durante 24h y 48h, volviendo a repetir el mismo proceso hasta que observéis la mejora. IMPORTANTE: No aplicarlo más de un mes seguido ya que unas uñas excesivamente duras también crean roturas (te lo contamos más adelante). Y nunca está de más que os pongáis algun producto hidratante en las manos y cutículas y uñas.
Tengo las uñas descamadas, se quiebran por capas
Más allá de la fragilidad como consecuencia de un problema hematológico, las uñas también pueden quebrarse capa a capa, descamándose. Este tipo de rotura está relacionado con la edad y suele aparecer superados los 50 años con más frecuencia.
Otra causa muy común es el uso de productos químicos y jabones, la temperatura del agua o la constante repetición de los lavados contribuyen a debilitar la uña y cuartearla. Esto desgasta mucho las manos, ya que los que lavamos a mano lo hacemos como mínimo 2 veces al día. ¿Solución? Guantes para lavar.
Esto también puede estar causado por falta de calcio, una mala hidratación o mordedura de las uñas. Lo que os recomendamos en este caso es que prioricéis la hidratación. Un aceite de uñas y cutículas os ayudará a nutrir la uña y la cutícula en profundidad, haciendo uso de él 2 veces al día, por la mañana y por la noche.
También puedes aplicar el Nail Hardener 3 veces por semana, sobre la uña sin esmalte, dejándola respirar. Evita el uso esmaltes de mala calidad o demasiado baratos porque pueden contener productos químicos perjudiciales para las uñas y las debilitan. Además este tipo de esmaltes duran mucho menos, por lo que gastas más.
Tengo estrías, la base de la uña muy desigual
Una uña sana es homogénea y no encontramos ningún 'bache' en su superficie. Por ejemplo, las habituales líneas de Beau que suelen estar en la zona próxima a la cutícula se deben precisamente a una retirada de la cutícula poco profesional. Estas líneas son esas hendiduras a modo de hondonadas que hacen que la uña no se vea uniforme. Se puede apreciar al pasar la yema de los dedos por encima de la uña o al pintarlas. Retirar o quitarse las cutículas -manicura rusa- si no se realiza de la forma adecuada y se hace ejerciendo demasiada presión, termina por alterar el proceso de crecimiento de la uña.
Otras posibles causas de estas líneas son la fiebre o procesos patológicos graves. También es habitual encontrarse este tipo de depresiones, en este caso a lo largo y no a lo ancho de la uña. Son las llamadas estrías. Estas líneas verticales suelen tener un importante componente genético y aparecen con el paso de los años.
La solución, amigas, en caso de una manicura muy agresiva, será esperar a que crezca la nueva uña, y si queréis, aplicar una buena base alisadora que os proteja la que ya tenéis y disimule las irregularidades. Para eso tenemos el Tratamiento Ridge Filler Cotton, una base alisadora de fijación perfecta, alisa la superficie de las uñas gracias a sus partículas esféricas ultrafinas. Está enriquecida con extracto de calabaza, aportando la vitamina E que contienen sus pipas, favoreciendo la regeneración celular y con un efecto antioxidante.
Tengo las uñas demasiado duras, se quiebran agrietándose
Este tipo de uñas es más frecuente entre los hombres, aunque algunas mujeres también las tienen, aunque mucho menos accentuado. Las uñas demasiado duras se deben fundamentalmente a un exceso de calcio, por lo que tampoco es un buen síntoma.
La uña por naturaleza debe ser flexible, y como hemos visto en las anteriores entregas, debe tener cierta dureza, pero un exceso de ella no es recomendable. En este tipo de uñas, el principal problema es que su limado o corte, y además con pequeños golpes pueden romperse muy fácilmente, creando una grieta.
Si la dureza es muy severa será fundamental acudir a un especialista que nos ayude con una dieta equilibrada y nos haga un buen diagnóstico. Además de utilizar productos como el aceite para uñas y cutículas. Para esto os recomendamos un aceite como Chloe.
Las uñas cambian de color: amarillas, manchas blancas...
El cambio de color o la aparición de manchas que la motean tienen un porqué relacionado en su mayoría con malos hábitos. Las manchas blancas que aparecen en la uña simplemente se tratan de pequeños golpes cotidianos que nos damos en la parte más cercana a la cutícula. Un simple tamborileo con el bolígrafo puede causarlas y no tienen ningún tipo de consecuencia en la uña. Si su tamaño es más grande, la AEDV señala que pueden indicar cirrosis o insuficiencia renal.
En cambio si las tenéis amarillas, no es tan sencillo saber el porqué. El repetido y constante uso de esmaltes de uñas -más aún si no se utiliza una prebase antes de aplicar el color, como la Base Coat o la Ridge Filler Cotton, y la presencia de hongos pueden modificar el color de la uña.
El color del esmalte puede penetrar en la uña y mancharla, de ahí la importancia del uso de una base. Otro daño colateral es la pérdida del brillo y de la suavidad. El color amarillo también puede aparecer como consecuencia de la psoriasis o debido al tabaco, concretamente al alquitrán presente en los cigarillos.
¿Qué puede ayudarnos a solucionar esto a nivel estético?
El zumo de limón: exprime un limón en un recipiente, introduce tus manos durante 5 minutos y déjalo actuar. Después, es importante que laves tus manos, ya que podría mancharte la piel. Puedes usar agua oxigenada que demás de ayudarte a eliminar las manchas, también funciona como antiséptico que puede matar hongos. Otra opción es el bicarbonato de sodio: crea una mezcla con agua hasta que logres una pasta. Aplícalo con ayuda de un cepillo de dientes en cada uña y déjalo actuar por algunos minutos. Otro tip muy bueno es hacer una mezcla con limon, bicarbonato y aceite de oliva, este último para hidratar las manos.
Evitar la rotura con buenas prácticas
Más que buscar cosméticos o prácticas antirrotura, había que centrarse en fortalecer la uña para evitar males futuros. Los expertos de la AEDV recomiendan utilizar tratamientos hidratantes como cremas de manos ya que suavizan la cutícula, lo que mejora el nacimiento de la uña. Sin embargo, los efectos tardan en ser visibles debido al lento crecimiento de la uña, concretamente de 1 a 2 milímetros al mes.
También evitar exponer las uñas a altas temperaturas, evitar mantener las manos sumergidas en agua durante un prolongado espacio de tiempo o espaciar las manicuras, llegando incluso a realizar descansos en el caso de manicuras semipermanentes es muy recomendable.
Esperamos que esto os haya ayudado, pero si crees que necesitas un asesoramiento más personalizado no dudes en escribirnos en redes o por Whatsapp dónde te atenderemos con mucho amor (676 754 061).
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